Peeling Químico

El peeling con ácido tricloroacético consiste en eliminar una o varias capas de la piel, con la finalidad de recuperar la belleza del rostro.

Esta técnica le da al cutis una coloración sonrosada y un brillo natural con menos arrugas y manchas.

El peeling con ácido tricloroacético se basa en un químico exfoliante que actúa directamente sobre las proteínas cutáneas, provocando un efecto querato coagulante sobre las pequeñas manchas de la piel.

Con este tratamiento realizado por un médico estético se consigue la renovación epidérmica, síntesis de colágeno y proporciona una mayor uniformidad en la distribución de la melanina de la piel. De este modo se consigue mejorar la melanosis dérmica y eliminar las típicas manchas no deseadas, que son producidas por un exceso de melanina acumulada.

¿Qué beneficios tiene?

• Minimiza las arrugas y las líneas de expresión devolviendo al rostro una piel más fresca y más luminosa.
• Combate las arrugas superficiales con una exfoliación ligera.
• En zonas como la cara, las manos, el cuello y el pecho es excelente para reparar el daño causado por el sol.
• Ayuda a combatir el acné. En estos casos se usan peelings suaves dado que el acné, por lo general, está en las capas superficiales de la piel.
• Elimina las cicatrices pequeñas.
• Si tienes problemas de pigmentación este método es excelente.

Este peeling está indicado para personas que quieran eliminar arrugas finas, la pigmentación causada por el sol, las cicatrices o el acné. Sin embargo, este tipo de tratamiento no se aconseja para personas que estén embarazadas, o personas que hayan sufrido recientemente herpes o alguna infección cutánea.

Después de realizar este tratamiento, el paciente deberá seguir una serie de recomendaciones y cuidados:

• Hidratación intensa después del tratamiento.
• No realizar el tratamiento con la piel recientemente bronceada.
• Para un resultado óptimo, se aconseja de 1 a 3 sesiones con intervalo de 1 mes.
• Es mejor no realizar este procedimiento en los meses de verano.